El masaje ha estado presente en mi vida desde siempre, las fricciones que me hacia mi madre me quitaban cualquier dolor, los aprentones de mi abuela aliviaban cualquier tristeza, así es como poco a poco, identifico el masaje con el bienestar y asi es como poco a poco se cultiva el deseo de mejorar el bienestar en quienes me rodean. Hoy, después de mucho estudio, mucha práctica, el masaje es parte de mi vida, es la profesión que seleccione para vivir, brindándome infinidad de satisfacciones al poder escuchar y dar empáticamente, al poder ayudar a otros a recuperar su sensación de bienestar.

!Bienvenidos todos!

miércoles, 1 de julio de 2015

La iluminación en el masaje relajante



La luz es uno de los factores que me parecen importantes a la hora de dar y recibir un masaje. El brillo fuerte de la luz  me hace daño, siempre lo ha hecho, me estorba a la hora de mirar y sentir el entorno, pero eso es lo que debe suceder cuando hay fotosensibilidad, a los demás seres, pienso que los  mantiene en estado de “funcionamiento”, en constante atención, por otro lado, la luz tenue nos permite ir relajando tensiones, nos hace sentir en un ambiente tranquilo y de confianza, permite que tomemos consciencia de nosotros y permitamos a los sentidos concentrarse en el propio cuerpo mientras la mente descansa.

 Mi gusto personal a la hora de dar o recibir un masaje, es utilizar una luz tenue y más amarilla, evocando la luz de las velas (si no queremos usarlas), rememorando esa luz de atardecer, la luz que nos invita a descansar, conectar con nosotros mismos, que complemente el ambiente transportándonos al sitio seguro donde podemos simplemente descansar, soltar todas las tensiones que nos acompañan y dejarnos envolver por el ambiente acogedor y el tacto delicado.


Una correcta selección  de iluminación, música y aromas permitirá obtener una experiencia única, creando el ambiente apropiado para que el profesional haga uso de toda su habilidad para transportar al receptor hasta la relajación total, brindando un cuerpo nuevo, física y emocionalmente, listo para seguir adelante.